Como cada puente de diciembre he aprovechado para decorar mi casa con algunos adornos navideños. Más que la Navidad, me gusta cuidar las tradiciones. Años con más ganas, años con menos, años con más calma, otros llenos de cambios… pero a pesar de todo, hacer Navidad, como mis padres la hacían para nosotros pasara lo que pasara.

La estrategia suele ser siempre la misma, bajo las cajas, saco los adornos e improviso! Quito parte de la decoración que tengo el resto del año y voy colocando los diferentes adornos, pongo, quito, muevo, vuelvo a poner…

Los adornos los he ido comprando poco a poco a lo largo de los años, en mercados de Navidad, en viajes o cuando veo algo que me llama la atención, sobre todo si está bien de precio! Este año el color predominante ha sido el rojo, más que nada porque el 95% de las cosas que tengo son de ese color!

Mi elemento clave es el Nacimiento, Belén o Pesebre. Me encanta! desde hace años tengo éste de barro, los llamados «cabezones» de Alborox, un artesano granadino.

Tradicionalmente en mi casa el belén se hacía con serrín, pero desde hace varios años prefiero hacerlo con musgo y corcho natural, me gusta mucho más el efecto que da. Este año la novedad han sido las luces entre el musgo, las compré el año pasado y las he estrenado este año.

Me gusta bastante cómo queda el resultado, aunque reconozco que le falta un poco de calidez. Para el próximo año me apunto como deberes hacerme unos cojines «navideños», darle una vuelta al tema del árbol.

Deseando compartir con los míos esos ratitos entrañables!